Música: Inspecteur Gadget, de Shuki Levy y Haim Saban
Juego: Steampunk Rally, de Orin Bishop

 

Una de las cosas que más me sorprendió al salir del ambiente protegido del Hospital Nacional de Parapléjicos (HNP) es la escasa cantidad de recursos para parapléjicos que hay en la red, y mucho menos para tetrapléjicos.

Sección sobre ideas prácticas que nos facilitan la vidaCon esta entrada inauguro una serie dedicada a instrumentos, sistemas o trucos que nos hagan la vida más fácil. Está pues dirigida a nosotros, aunque creo que a los demás también os resultará curioso e interesante ver qué problemas nos encontramos en la vida y cómo nos enfrentamos a ellos, de forma más o menos ingeniosa. Procuraré ser pródigo en imágenes y vídeos.

No hace falta que os diga que cada discapacidad es única y lo que a unos puede resultar tremendamente útil, para otros puede ser hasta peligroso.

Como norma general, no mencionaré marcas ni tiendas. Tampoco pondré enlaces a productos, porque acabarán caducando (los enlaces). Pero podéis preguntarme en los comentarios o por privado.

También agradezco ideas y contribuciones que cualquiera quiera aportar, no solo para dar contenido al blog, sino para aprovecharlas en mi vida diaria.

 

1.- Pelanaranjas

Pelar frutas para nosotros es lo que la película Misión Imposible es para vosotros: una «americanada», algo que solo ocurre en las películas americanas más fantasiosas. No tenemos fuerza en los dedos para usar un cuchillo sin filo y la evolución ha dado buena cuenta de los tetrapléjicos que usaban cuchillos con filo.

Aparato para pelar naranjas

El ingenioso dispositivo para pelar naranjas

Si la fruta es de piel blanda me la como sin pelar y si es de piel dura no la compro. Pero la naranja era una de mis frutas favoritas y pelar la primera me llevó 15 minutos largos, como ya os conté el 26 de septiembre; luego fui perfeccionando la técnica y el método.

Pero el gran avance llegó cuando descubrí este cacharrillo de plástico que ni siquiera está diseñado para discapacitados. Basta con meter los dedos por los agujeros y el resto se hace con la muñeca.

Pelanaranjas monodigital

Versión para un único dedo. ¿Funcionará?

Hay otro muy parecido diseñado para el pulgar que no he probado, pero sospecho que para nosotros será más complicado de utilizar. En cualquier caso, lo mejor es que son totalmente seguros: por muy mal que lo hagas lo peor que puedes llevarte es un leve arañazo. Costaron menos de medio euro.

2.- Sujetapiernas

La gran mayoría de las sillas de ruedas —sobre todo las activas— no disponen de dispositivos de retención que inmovilicen las piernas. En algunos casos esto puede ser peligroso, ya que al sufrir espasmos o al subir o bajar bordillos puede escaparse alguna pierna; como el discapacitado no tiene ángulo de visión directa ni sensibilidad que le advierta del intento de fuga de su extremidad inferior, corre el riesgo de atropellarla (como ya os conté) o de que se quede atrapada en una estructura externa. No sería de extrañar que la aventura acabase con huesos rotos o al menos algún esguince.

Cinturón para sujetar los pies

Dispositivo casero de retención de pies no homologado

Encontré una correa de esas que se usan para sujetar las maletas de oferta por un par de euros y, como era muy larga, recorté un extremo con unas tijeras y me cosieron de nuevo el engarce en una zapatería. En algunas ortopedias tendrán una versión más refinada a precio de oro, pero a mí me salió por unos cinco euros y es igualmente funcional. Se puede estirar o encoger para usarla en otras sillas.

Quizás lo más peligroso sea colocártela. Yo dominé la técnica de agacharme hacia adelante a pesar de las innumerables broncas que me llevé en el HNP, pero los que opten por la prudencia, siempre pueden pedir a alguien que se lo enganche.

¡¡Cuidado!! Que no se te olvide quitarla al volver a casa y hacer una transferencia para abandonar la silla.

 

3.- Capuchón de llave

(Ese tipo de capuchones no) Uno de los problemas que tenemos los tetrapléjicos que gozamos de algo de movilidad en las manos y en los dedos es la falta de fuerza en lo que denominan «pinza» (la unión del índice con el pulgar). Eso nos dificulta o impide hacer muchas cosas, y una de ellas es abrir las cerraduras de forma convencional: no tenemos fuerza ni precisión para sujetar y girar la llave.

En vez de hacerlo con la pinza, podemos sujetar la llave entre las falanges y girar la muñeca para abrir la cerradura (podéis ver la técnica en el vídeo del final). El problema es que las falanges no están convenientemente acolchadas como las yemas de los dedos, y si la cerradura está mínimamente dura, las falanges sufrirán al contacto con el metal de la llave.

Fundas de llaves

Capuchones a cascoporro4

Y aquí entran estos capuchones que tampoco han sido diseñados para los discapacitados, sino para distinguir las llaves a primera vista. El PVC sustituye al acolchado de las yemas de los dedos y evita que las falanges sufran. Y, por supuesto, también te permite distinguir fácilmente la llave del portal y la de la puerta de casa.

He de decir que mis capuchones son de fabricación china y no encajan en todas las llaves (se conoce que los chinos también tienen las llaves más pequeñas), nada que no se pueda arreglar con un par de pequeños cortes aquí y allí, y un poco de pegamento de contacto, un poquito de destreza (¡¡Ojo, que somos tetrapléjicos!! Yo acabé con una llave pegada a la pierna). Si te cargas el capuchón, solo perderás los poco más de 10 céntimos que vale cada uno.

 

¿Qué moderno e ingenioso dispositivo de los tres te ha gustado más?

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