¡Por fin he vuelto a mi casa! Era el gran objetivo desde que salí del Hospital de Parapléjicos de Toledo. Sin embargo, mi regreso no ha sido como esperaba.
La casa está genial. Yo no sabía muy bien lo que quería ni lo que necesitaba, así que mi hermano ha tomado muchas decisiones por mí. He descubierto que lo más importante es el espacio. Carlos ha acertado de pleno, como podéis ver en las fotos. Es un placer poder moverme por la casa con tanta facilidad. Ya os contaré con más detalle, pero me estoy deshaciendo de muchas cosas.
Lo que sí tenía claro es que quería accesibilidad. Quería poder acceder a todo en mi casa. Me estoy dando cuenta de que quizás no sea posible, o conveniente. Otra cosa en la que Carlos tenía razón.
Hay otros aspectos, como el baño, en los que no me hizo caso y no tengo tan claro que vayan a funcionar bien. Pero quiero mantener una actitud abierta porque quizás tenga razón y al final acaben siendo buenas para mí. Ya que están así, voy a probar.
Sé que las reformas se han alargado mucho, pero eso ya pertenece al pasado; lo importante es que ya estoy aquí. Y además de no cobrarme nada, mi hermano Carlos ha invertido mucha ilusión y un tiempo que no tenía en este proyecto, que es todavía más de agradecer. Es el mejor regalo que he recibido y que nunca recibiré. De largo.
Os decía que el regreso no ha sido como esperaba. Me está costando mucho adaptarme, a pesar de que Claudia me está ayudando mucho. Además, está coincidiendo con una etapa de muchos dolores, que no sé si está relacionada. No lo estoy pasando nada bien. No puedo evitar recordar mis últimos meses en el hospital de Toledo, cuando me decían que era una locura irme a vivir por mi cuenta, dada la gravedad de mi lesión.
No obstante, quiero ser optimista. Los principios siempre son duros y cuando la casa esté a punto será algo más fácil.
Hay que tener en cuenta que este es el verdadero principio de mi nueva vida, tal como yo la quería, en mi propia casa. Las mejoras que consiga, a partir de ahora, serán permanentes. A partir de ahora podré ver qué tiempo me queda libre cada día, qué voy a poder hacer y qué no, cómo me organizo para hacer las cosas —la compra, la limpieza o cuidar de la perra, por ejemplo—, si puedo trabajar algo, y un largo etcétera de cosas. Voy a ver cómo va a ser mi vida, en definitiva. Son un montón de nuevos retos que debo afrontar.
No me queda más que agradecer a mis hermanos —sobre todo y de nuevo a Carlos— y a mis amigos por ayudarme a poner a punto mi casa. Hay muchas cosas que contar y esto es un trabajo en curso, así que os seguiré contando.