17 de noviembre: de nuevo en la brecha

 

Llevo dos semanas intentando escribir una entrada sobre uno de mis últimos ingresos hospitalarios, pero como no consigo un texto convincente, me desanimo y lo dejo. Así que finalmente he decidido empezar de cero y hablar de otros temas más divertidos (para mí). Eso sí, la historia del ingreso me la guardo para contarla otro día y de otra forma, porque tiene «telita»…

Igor sonríe

Jefe, visto el nivel que hay, me voy a meter a médico

Sección sobre mi estado de saludSí, he pasado un par de semanas complicadas. Un primer ingreso hospitalario sin diagnóstico y con recuperación «milagrosa» del que ya os hablaré, y la semana siguiente una infección de orina que prometía otro ingreso hospitalario de varios días, pero conseguí que me mantuvieran en observación y al día siguiente me dieran el alta para seguir el tratamiento en casa. Desgraciadamente, las ambulancias estaban demasiado ocupadas con casos más importantes que devolverme a mi casa, y durante la espera empeoré mucho y tuve que quedarme. Gracias a mí, el médico de turno aprendió cómo se anulan las altas médicas. Al día siguiente volví a la carga para que me dieran el alta y pese al mal pronóstico que había forjado el precedente del día anterior, volví a lograrlo, con la promesa de que volvería a Urgencias si empeoraba. Esta vez no quise arriesgarme con las ambulancias, llamé directamente a mi hermano (el del máster en Columbia) y me hizo el favor de ir a buscar mi silla y rescatarme del hospital. Habían sido dos días duros, enfermo e incómodo en Urgencias, pero al menos no me ingresaron: es mejor dos días muy malos que una semana mala. Y en todo caso, he batido mi récord: 62 días sin infecciones. ¡Hurra!

Saliendo del hospital

Puede que nos quiten la vida… ¡¡PERO JAMÁS NOS QUITARÁN LA LIBERTAD!!

Ya en casa pasé dos días complicados; debería haber vuelto a Urgencias, pero sabía que eso supondría el ingreso automático, así que hice de tripas corazón. Justo hoy termino el tratamiento fuera del hospital y he podido disfrutar de unos días plenos, gracias a Claudia, que me ha llevado por todo Valladolid. Cierro el tema médico anunciando que he dejado la droga (el derivado de la marihuana) porque por ahora aguanto los dolores un poco mejor, y he dejado los anestésticos porque la Seguridad Social ha dejado de subvencionar los parches y cuestan un riñón. Vamos a ver cómo me va sin lo que eran dos de mis pilares contra el dolor.

Mi vida sigue adelante. Estamos vendiendo la casa de mi abuela y yo estoy cerrando la compra del piso que os anuncié. Si nada se tuerce, la próxima entrada la publicará el propietario de un bien inmueble. La búsqueda de la hipoteca ha sido toda una aventura. Al final acabé renunciando a un pequeño interés en favor de la confianza. Mi idea era la firma de la hipoteca se produjera poco después de la sentencia del Tribunal Supremo, para que si esta era favorable a los clientes, no me tocara pagar el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados y el banco no pudiera repercutirme dicho impuesto con una subida del tipo de interés (como ya han hecho todos) porque ya tenía una oferta de hipoteca en firme. Al final la firma de la hipoteca se retrasó un poco, pero por fortuna también lo hizo la decisión final del Supremo. En fin, que en parte por mi astuta planificación y en parte por pura chiripa me voy a ahorrar el IAJD. Mi primo me ha avisado que los bancos suelen jugársela a los clientes justo durante la firma, delante del notario, así que espero haber acertado al apostar por la confianza… La próxima semana os cuento la conclusión.

Ansia viva

¡Compras a la vista!

¿Recordáis que la semana pasada os hablaba de mi posible adicción a las compras? No fue una de las encuestas más populares, pero el voto estuvo repartido. Algunos apostasteis por mí… Pues hicisteis mal. Ahí sigo, enganchado… No compro tanto como antes, pero ya no tengo excusa. He decidido imponerme un castigo ejemplar (y espero que divertido para vosotros), del que seréis testigos más adelante. Pero sigo teniendo un problema con las compras compulsivas que debo corregir. Y la próxima semana es el Viernes Negro… A perro flaco todo son pulgas. Tengo que comprar unos chismecillos que acabaréis viendo por aquí, pero espero controlarme y no comprar más. También os lo cuento el próximo «finde».

Y también os he hablado varias veces de la moto para la silla. Finalmente me decidí por un modelo concreto y la encargué hace unas tres semanas. Me han dicho que ya ha salido de fábrica hace unos días y la tendré en mis manos el lunes, o el martes a más tardar. Estoy un poquillo asustado, porque en vez de quedarme con el modelo que se compra todo el mundo, he apostado por una marca desconocida. Esta vez la he pedido a la ortopedia de ASPAYM, porque se volcaron conmigo y hasta me trajeron un modelo distinto para probar este verano. Además, como están por todo Castilla y León, pensé que tendrían más experiencia en el tema de las motos para sillas, aunque al final la marca que he elegido no la tiene nadie. Es decir, que me puedo pegar un buen batacazo (en sentido figurado, además de los que me lleve en sentido literal a lomos de la propia moto), porque es un chisme caro.

Si pincháis en el enlace a YouTube podréis leer una pequeña historia del vídeo.

A ver quién es el primero en encontrar el guiño cinematográfico en esta entrada (Igor no cuenta). ¡Es muy fácil!

 

Sígueme y dale al Me gusta:

12 comentarios

    1. La mía no tiene tan buen aspecto, y tampoco corren tanto, apenas llegan a los 20 km/h.

      Eso sí, la chupa de cuero ya la tengo, y tendré que probarla 😀

  1. Hola Miguel
    De todas la peripecias sucedidas con lo de los ingreso en el hospital, incluyendo la recuperación milagrosa y los dos días en urgencias con las dos altas consecutivas y tu rescate por tu hermano (el del máster en Columbia).
    Me quedo con tu frase triunfal :»62 días sin infecciones.Hurra»
    Creo que es todo un récord maravilloso del que te tienes que sentir muy feliz y esperanzado de que ya estás en una dinámica de normalización que promete grandes periodos de calidad de vida.
    Felicito a Claudia que te ha llevado por todo Valladolid, como premio por todos los malos ratos pasados.
    En cuanto a haber tenido que suprimir los parches contra el dolor, al final vas a tener que entrar de lleno en las prácticas de sofrología y maifundes, cuando lleves practicando un tiempo verás como la mente es tan poderosa que lograrás superar los dolores (mira los fakires que se duermen sobre una cama de pinchos y tan a gusto…)
    del tema de las compras ya sabes que yo soy partidaria de comprar, es más el otro día en el Carrefour había varias personas con sus sillas de ruedas automáticas comprando y le comenté a Pepe , que te tendría que llevar un día a que hicieras allí tus compras porque es muy divertido una superficie tan grande y con tantas cosas…
    La moto para la silla me parece una idea genial y espero que pronto te la traigan y que Nana se pueda pasear contigo.
    besos

    1. Bueno, yo siempre soy optimista, pero vamos a esperar a que llegue y pase parte del invierno antes de alzar los brazos. Prefiero vivir el día a día, que me tiene muy contento 😀

      El Carrefour, prefiero no verlo, je, je. Ahora necesito una época de austeridad

  2. Hola. Llego tarde para comentarte que no has hecho mala elección con el modelo de asistente eléctrico que has comprado. Yo tengo el modelo que has comprado desde hace dos años y es la mejor adquisición que he podido hacer en esta vida sobre ruedas. Evidentemente en este tiempo las he visto evolucionar mucho y a mejor. Te comenté una vez que me gusta viajar y con ella estoy pudiendo ir a lugares a los que creía no podría ir.
    Quítate ese mal pensamiento porque no es cierto a pesar del accidente. Un saludo

  3. ¿Te refieres al motor eléctrico en general o al de la marca oracing en concreto?

    Si hablas del motor eléctrico en general, como ayuda técnica, te doy toda la razón. Ya salí de Toledo convencido, pero después de probarlo, me he dado cuenta de hasta qué punto es una ayuda maravillosa.

    Si hablas de modelo concreto, ya no estoy tan convencido. Como no he probado otros, no puedo comparar y no puedo afirmar nada categóricamente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.