Música: Canción del pirata, de José de Espronceda
Juego: The Pursuit of Happiness, de David Chircop y Adrian Abela

Sección sobre mi estado de salud¿Cómo estoy? Del hospital salí con el estómago destrozado y bastantes dolores, pero la misma mañana de alta me llevaron a la ortopedia a cerrar el encargo de la silla y a jugar con la perra de un amigo; pasé la tarde jugando en un bar. La realidad me puso en mi sitio durante los días siguientes, pero afortunadamente desde entonces he mejorado bastante y estoy retomando mi nivel de actividad habitual. Esta vez con algo más de prudencia.

Revelación del agente Smith

«Quisiera compartir una revelación que he tenido…»

Sección dedicada a acontecimientos extraordinariosHay gente que lee la prensa rosa en la peluquería. Yo, en cambio, tuve una revelación. Hacía años que no pisaba una (antes me cortaba el pelo yo mismo), así que me llevé el consiguiente susto (¿17 euros por un corte de pelo rápido? Whaaaaaaat?). Cuando la peluquera me preguntó si quería que me cortara el pelo en mi silla de ruedas o en la silla de la peluquería (una transferencia bastante difícil: a un taburete móvil, giratorio, con brazos fijos y una considerable diferencia de altura), opté por la transferencia sin pensarlo ni dudarlo. ¿Por qué me jugué la vida innecesariamente? Creo que se debe a que me gusta enfrentarme a desafíos nuevos. Es una actitud que me ha venido muy bien para rehabilitarme, pero que puede ser muy peligrosa fuera del ámbito del hospital y que debo controlar. Debo meditarlo más, a ver si convierto la revelación en un cambio de actitud.

Sección dedicada al trabajoY el notición de la semana: ya estoy oficialmente jubilado. Antes de contaros la resolución, os pongo en antecedentes. Había solicitado una pensión de «gran invalidez», que solo conceden en los casos más graves, en los que el sujeto es incapaz de realizar cualquier trabajo. Fui a la valoración justo antes de ingresar en el hospital, retorciéndome de dolor y casi asfixiado. La médico que me valoró debió alucinar, porque por una parte vio un informe médico chungo, por otra a un tío asfixiándose que aseguraba sentir unos dolores muy intensos que no constaban en el informe, pero que de todas formas afirmaba querer trabajar y estar seguro de que iba a poder hacerlo (sí, soy gilipollas, pero al menos soy un gilipollas honrado). Es decir, que había solicitado una pensión por no poder trabajar y en la revisión dije que estaba seguro de que podría trabajar, mientras me arrastraba por el suelo asfixiado. Y de ahí al hospital, sin pasar por la casilla de salida. Una escena digna de los hermanos Marx. Al final se han portado y me han concedido la pensión máxima (de las posibles para mí). Siendo autónomo, no es que sea para tirar cohetes, pero debería permitirme vivir tranquilo. Si me veis, pedidme que me rasque el bolsillo y os invite a algo.

Camarote de los hermanos Marx

«Déjemelas cortas que aquí ya va faltando espacio»

Por lo demás, no he empezado lo de la autoescuela, sigo con médicos para intentar solucionar los problemas digestivos y los dolores (pero es muy aburrido de contar) y el lunes debería empezar con la fisioterapia en ASPAYM. Y superada la prueba de los cordones, teniendo en cuenta que todos mis zapatos viejos no me valen y que las zapatillas azules que llevaba en el hospital no quiero volver a verlas ni en pintura, he decidido ampliar mi parque móvil de calzado con un par de botas (de cordones, por supuesto). Ya os contaré si soy capaz de ponérmelas.

Un recuerdo especial para mi prima, que esta semana tomará su última pastilla tras una victoriosa lucha contra el cáncer que se ha prolongado durante muchos años.

Música: Back to Black, de Amy Winehouse
Juego: Las mansiones de la locura, segunda edición, de Nikki Valens

 

¡Hola! Hoy solo traigo un par de cosillas breves. Ya os conté que me habían ingresado en el hospital.

Sección sobre mi estado de saludLlevaba un par de semanas con unos dolores que cada día iban a más y la asfixia parecía aumentar con ellos. Llegó un punto en el que no pude soportarlo más y mi hermano me llevó a Urgencias.

Jugando en el hospital

Sufriendo solo en la cama del hospital

El médico de Urgencias se equivocó en el 50% del diagnóstico; en el 50% fácil, ya que yo mismo le dije lo que tenía que buscar: acumulación en del intestino. Al menos acertó con la infección. Al final hubo una serie de complicaciones y acabé pasando más de una semana en el hospital.

Creo que voy a padecer estos problemas de forma recurrente, así que pregunté a la médico qué podía hacer para prevenirlos o solucionarlos en casa, pero me dijo que no sabía y me remitió al hospital de Toledo. En fin, lo importante es que, aunque sigo con dolores, he salido bastante mejor de lo que entré.

Aproveché el tiempo para terminar el blog. ¡Ya podéis verlo en orphebus.es! Espero que os guste. Al fin y al cabo, fue idea vuestra. Está escrito en modo diario, así que las entradas están en orden cronológicamente inverso. Creo que en ordenador se leerá mejor que en móvil.

Ha llegado la hora de retomar el carnet de conducir.

Nada más. ¡Que paséis buen fin de semana!

Música: A Whole New World, por Lea Salonga y Bard Kane
Juego: Terra Mystica, de Jens Drögemüller y Helge Ostertag

 

Hola a todos. No pensaba escribir tan pronto, pero ha ocurrido algo inesperado y voy a aprovechar para comentar todo lo que tengo pendiente.

Aparcamiento para minusválidos

¡Chúpate esa!

He realizado varios recorridos por la ciudad y debo decir que Valladolid es una ciudad bastante accesible para los discapacitados; me refiero a las infraestructuras, no a los edificios. Las aceras son anchas, los pasos por los bordillos tienen doble rebaje y la ciudad es eminentemente llana. Las zonas periféricas están un poco peor.

Sección sobre mis experiencias en los autobusesTambién he subido un par de veces a los autobuses. Casi toda la flota es accesible, pero aunque el sistema es sensiblemente mejor que el de los autobuses de Toledo, dista mucho de ser perfecto. Entramos por una rampa desplegable de la entrada trasera, así que el conductor debe vernos para desplegarla. Además, para pasar la tarjeta o pagar el ticket hay que llegar hasta la entrada delantera y eso es imposible a nada que haya un pasajero de pie. Luego está el tema del espacio para maniobrar, que no tiene una solución sencilla, y la estabilidad en las curvas, que han solucionado colocando un par de cinturones. No son grandes problemas a nivel de efectividad, pero sí te hacen sentir un poco como un bicho raro.

También os comenté que estaba haciendo muchas cosas para mantenerme activo: muchas quedadas para tomar chismes, un par de películas en el cine, varias sesiones de juegos de mesa, un cumpleaños en un sitio muy accesible, el blog, la autoescuela y toda una serie de trámites interminables tanto para mí, como para la señora que ha venido a ocuparse de mi madre. Esto me sirve tanto para mantenerme activo como para sentirme útil. Apenas tengo tiempo para ver series o películas y creo que eso es una buena señal.

Acción mutante

“La sociedad nos trató como mierda y ahora les vamos a dar por el culo.” Acción mutante

En cuanto al cine, las plazas para minusválidos están en las zonas de acceso de los espectadores: detrás de la última fila, por lo que molestas a los espectadores que entran y es complicado ponerte al lado de tus amigos, o delante de la primera fila, que además de todo lo anterior, te dejas el cuello y fastidias a los dos o tres que tienes detrás, que están más bajos que tu silla de ruedas.

Lo que más me ha gustado desde el último mensaje ha sido la visita a ASPAYM. Antes de ir, ya sabía que me iba a hacer socio, a pesar de que me pilla a cinco kilómetros de casa, pero además me ha encantado. Tienen unas instalaciones espectaculares y la gente es encantadora. Ahora es un motivo más para sacarme el carnet de conducir.

Sección sobre mi estado de saludPor último, llevaba dos semanas con dolores cada vez más intensos, que además me provocaban rigidez muscular y espasmos. El jueves la cosa se puso un poco fea, así que mi hermano me llevó a Urgencias. Después de hacerme unas pruebas, decidieron ingresarme en el hospital. Hoy me encuentro un poco mejor y no parece tratarse de algo grave, así que soy optimista. Además me han metido en una habitación individual con el baño adaptado, así que estoy muy cómodo. Esta tarde me han dejado levantarme por primera vez y no me ha sentado mal. Me acuerdo de la última vez que estuve aquí y soy capaz de apreciar lo mucho que he mejorado, incluso estando mal, como estoy ahora.

No me quiero despedir sin daros las gracias. Tengo la suerte de tener una familia y unos amigos increíbles.

Baño adaptado... a medias

Baño adaptado… a medias

PD: Después de probar el baño, debo decir que la adaptación es una castaña. Solo vale para discapacitados bastante capacitados, que en realidad no necesitarían adaptación. Además, se nota que el personal no está acostumbrado a tratar con lesionados medulares, por muchos detalles. Pero lo importante es que me encuentro mejor, y a lo demás nos vamos acostumbrando poco a poco.

Música: Running Free, de Iron Maiden
Juego: Dream Home, de Klemens Kalicki

 

 

Ya llevo tres semanas en Valladolid. He dejado pasar todo este tiempo no porque no hubiera cosas que contar, que las hay y muchas, sino porque quería ofreceros una visión más madura. Por eso, me vais a permitir que esta vez me enrolle más de la cuenta.

Sección sobre mi estado de saludCuando llegué tenía muchos dolores y aunque no han desaparecido, he mejorado bastante, al menos hasta hace un par de días. Lo que tampoco ha desaparecido es la asfixia que me invade en cuanto hago algo de ejercicio físico. No sé si será algo temporal o va a ser mi compañera de por vida. Ya me he comprado pesas, pero no puedo usarlas en esta cama tan blanda y pequeña. Todavía no he empezado con la fisioterapia, pero lo haré pronto, porque creo que me vendrá bien.

Sección sobre las obras de adaptación de mi casaMi hermano está adaptando mi casa, las obras pendientes son considerables y parece que se van a prolongar. De momento, estoy viviendo en casa de mi madre. No es fácil: la silla no cabe en los baños, ni debajo de las mesas (debo comer a un metro de la mesa, inclinándome y sujetándome con una mano mientras uso la otra con el cubierto), no puedo acceder a la mitad de la casa y la otra mitad es tan estrecha que me dejo las manos en forma de rozaduras, casi toda la comida (en el frigorífico o estantes) está fuera de mi alcance, tengo un tercio de armario y solo puedo acceder a él de perfil, no tengo ropa de invierno (se quedó en mi casa), debo abrir la puerta del ascensor con una mano mientras entro marcha atrás, y arreglármelas para mantener la puerta abierta mientras saco los pies de los reposapiés y los desmonto… y toda una larga serie de incomodidades. Procuro pedir el mínimo de ayuda posible, tanto por los demás como por mí, pero sin mis hermanos no habría sobrevivido.

Mi casa

Mi casa a día de hoy

Pero quizás lo más duro de todo sea que después de haberme dejado la piel durante tantos meses para recuperarme y ser autónomo, regreso y me encuentro con todo esto. Sé que ya me habían avisado de que el choque con la realidad sería duro y que todo mejorará cuando tenga mi casa adaptada.

Sección sobre mi incapacidad de obtener el carnet de conducir

A pesar de los pesares, procuro mantenerme todo lo activo que puedo. Lo que me queda de las mañanas tras las abluciones diarias lo invierto en los diversos papeleos, burocracias, médicos y las muchas cosas que tengo pendientes. Las tardes procuro dedicarlas a quedar con la gente y al ocio, y el tiempo que me sobra, al blog, y más adelante, a la autoescuela (y luego al trabajo, quizás).

Señales imposibles

¡Suspenso!

Porque, hablando de autoescuela, me he matriculado en La Antigua, la que me dijisteis. Allí son mucho más majos y es un pelín más barato. El coche que tienen dispone de adaptaciones diferentes a las de Toledo, con lo cuál no solo tendré que aprender un trazado urbano diferente, sino que tendré que hacerme a un nuevo sistema de conducción; sin embargo, yo lo prefiero así: será más difícil, pero el día que me compre un coche sabré mejor qué tipo de adaptaciones me convienen. Después de dos meses y medio sin hacer tests, he descubierto que se me han olvidado muchas cosas, así que debo ponerme pronto con ello para demostraros vuestro error a los que todavía no creéis que voy a sacarme el carnet (no puedo culparos después de veinte años dándoos motivos para dudar).

Kuschall K-Series Carbon

Mi futuro medio de transporte

Pero lo que más ilusión me hace es la nueva silla de ruedas, aunque también me da un poco de miedo. Ya la tenía elegida y pensaba encargarla en una ortopedia de Toledo, pero estando aquí, me da pereza volver para encargarla y luego para recibirla (y si luego tengo algún problema, será un rollo resolverlo allí). Llamé a todas las ortopedias de Valladolid y me he quedado con la que me ofrecía más confianza; está en la otra esquina de la ciudad, pero la otra esquina de Valladolid sigue estando más cerca que Toledo. Un amigo me acercó esta semana y tras la valoración previa, ya tengo un presupuesto, que estoy revisando; espero poder encargarla esta misma semana. Se trata de una silla especial, que hacen a medida, para gente muy activa, por eso el especialista de aquí me ha recordado amablemente que no es recomendable para pacientes como yo (se supone que los que tienen lesiones como la mía no pueden/deben moverse mucho).

Profesor Charles Xavier

Mi yo futuro, cuando pierda el pelo, desarrolle poderes mentales y me cambie el nombre a Carlos Javier

Ya sabía que Valladolid era una ciudad accesible para los discapacitados; no solo es muy llana, sino que tiene fama de ello. Pero lo que me ha sorprendido es lo increíblemente amable que es la gente con los que vamos en silla de ruedas; todavía no he tenido que pedir ayuda a nadie, pero me la han ofrecido en innumerables ocasiones. Y si digo esto esto de los desconocidos, qué voy a decir de vosotros, que ya sabéis lo poco que me gusta pedir ayuda y lo cabezota que soy.

Como contrapunto a esto, algunos sabéis que en diciembre finalizaba el plazo legal que se tenía para hacer accesibles todos los edificios, públicos o privados. En este caso, sorprende que prácticamente nadie haya hecho caso de ello.

Finalmente, lo mejor de todo ha sido poder veros a muchos de vosotros ya no solo fuera del hospital, sino en el entorno y ambiente habitual. Tenía muchas ganas.

Feliz año a todos y una vez más, muchas gracias, esta vez no solo por vuestro apoyo, también por vuestra ayuda y vuestra paciencia.