Mi lesión

Música: Fear of the Dark, de Iron Maiden
 Juego: La posada sangrienta, de Nicolas Robert

 

Sección sobre mi estado de saludMi lesión medular es una C3 con preservación parcial hasta C6-C7, de ASIA A.

Las lesiones medulares se denominan en función de la vértebra más alta cuya médula ha resultado afectada, lo cual determina las funciones corporales que se conservan y, en gran medida, la gravedad de dicha lesión. Consecuentemente, las lesiones cervicales (C) son las más graves, seguidas por las torácicas (T) o dorsales (D), las lumbares (L) y las sacras (S).

Partes de la médula y afectación de las lesiones

Mi lesión está justo encima de la que pone C4; afortunadamente me han quedado restos parciales de las seis siguientes vértebras, porque sino solo podría mover la cabeza

La clasificación ASIA es la estándar que mide la gravedad de la lesión atendiendo a la ausencia o conservación de las funciones motoras y sensoriales, así como la severidad del pronóstico. A es la más grave y E casi corresponde a la de una persona sana.

Hablando en plata: solo puedo mover algunos músculos de los brazos, muñecas y manos, así como los que nacen en el cuello. Mi sensibilidad se extiende un poco más, por el torso superior. No conservo capacidad motora ni sensorial en otras partes del cuerpo y es poco probable que mi lesión mejore.

En realidad, las lesiones medulares no son comparables, ni siquiera aquellas de características similares. Yo estoy mejor y soy capaz de hacer muchas más cosas que las habituales en una lesión de mi nivel; supongo que ello se deberá a la fortuna, al esfuerzo que invertí en la rehabilitación y a las ganas que le echo a todo, que, en mi opinión, es más importante que otros aspectos puramente físicos. Quizás en un futuro, si detecto interés, profundice más en el desconocido mundo de las lesiones medulares y las particularidades de la mía.

Sígueme y dale al Me gusta:

2 comentarios

  1. Un voto aquí para saber más. 🙂

    Podría leerlo en Wikipedia, pero sé que me enteraré mejor y retendré más si lo que leo tiene un referente emocional en vez de ser pura información intelectual. Así que, de antemano, gracias por el esfuerzo de escribirlo. 🙂

  2. Es un placer, como siempre (aunque yo no soy un experto en este tema) 😀

    Las lesiones medulares pueden ser completas o incompletas y ahí radica la mayor diferencia que hay entre ellas. Una lesión completa (ASIA A) es aquella en la que no se conservan funciones sensoriales ni motoras por debajo del nivel de la lesión; en las incompletas (ASIA B a E), se conservan algunas funciones -muchas o pocas- por debajo del nivel de la lesión. Por lo que vi en Toledo, la mayoría de las lesiones medulares son incompletas.

    Como decía, la médula de cada vértebra se encarga de controlar diferentes funciones del cuerpo. A grandes rasgos, las lesiones en la C3 afectan a los músculos de los pulmones y los pacientes pueden requerir respiración asistida. La C4 controla hombros y bíceps, la C5 el puño, la C6 los tríceps y la C7 la parte restante de los músculos de la mano (los que otorgan el control fino). Podría seguir, pero me lo tendría que mirar y sería un rollo, así que me limitaré a decir que a partir de ahí, se entra en las lesiones torácicas y se pasa de tetraplejia a paraplejia; es decir, que los que tienen lesiones torácicas (o inferiores) conservan la plena funcionalidad -motora y sensorial- de los brazos y las manos.

    Mi lesión es C3, completa, con preservación parcial hasta C7. Quiere decir que cuando sufrí el infarto, la sangre me subió hasta la tercera vértebra cervical, dañándome dicha zona (y tuve suerte porque no me afectó gravemente a la función respiratoria). La «preservación parcial» quiere decir que aunque conservo funciones de las demás vértebras cervicales, dichas funciones están dañadas; por ejemplo, aunque puedo mover los tríceps, moverlos o desarrollarlos me cuesta más que a vosotros y nunca podré tener gran fuerza con ellos (y ahí radica la especial dureza de mi rehabilitación). Al ser completa, quiere decir que no conservo funciones por debajo de la vértebra C7.

    Termino con algunas curiosidades:

    Uno de los mayores problemas que tengo es que al ser tetrapléjico con lesión completa, no retengo ningún control sobre los músculos del tronco, que son los que sostienen el cuerpo. Eso quiere decir que siempre debo usar un brazo para sostenerme, lo cual complica aún más tareas que ya de por sí son complicadas para mí, como comer o teclear, pasarme de la silla a cualquier sitio y prácticamente todas las cosas que puedo hacer.

    Un problema que suele ir asociado a las lesiones altas son los mareos. Yo me mareo con bastante frecuencia, por ejemplo, al incorporarme; o a veces por cosas tan aparentemente inocuas como que me dé el sol o hablar un rato. No suelen ser mareos graves; descansando se me pasan al cabo de un tiempo.

    Otro de los problemas que más molestias causan, que a más gente afecta -porque se trata de funciones controladas por vértebras bajas y por tanto afectadas en menor o mayor medida en casi todas las lesiones medulares- es la pérdida del control de los esfínteres. Siento tener que expresarlo de una forma tan brusca, pero irte meando y cagando por todas partes sin control puede arruinar todas tus relaciones sociales y tus opciones laborales. En lo segundo estoy bastante afectado, pero lo soluciono con el sistema experimental de «auto-enemas» que estoy usando; de esta forma, todo sale por la mañana y normalmente estoy seguro hasta el día siguiente. Y en el apartado de la micción tengo «suerte» de tener mala suerte, ya que como tengo ese esfínter muy dañado, no es que no controle cuándo meo, es que no meo en absoluto (y me tengo que extraer la orina manualmente. Y digo que tengo suerte, porque entre lo uno y lo otro puedo permitirme el lujo de ir en calzoncillos (y no llevar pañales) el 95% del tiempo. Sin embargo, mi sistema digestivo está bastante dañado y parece (quizás sea pronto para afirmarlo) que tiende a retener heces, a pesar de los medicamentos que tomo. Y eso me provoca dolores neuropáticos. Son la vejiga neurógena o neurogénica y el intestino neurógeno.

    Por último, uno de los invitados de honor de los lesionados medulares son los dolores neuropáticos. Como sabes, el dolor es el sistema que tiene tu organismo de alertarte de un peligro. Sin embargo, como nosotros tenemos «estropeado» el sistema nervioso, a este llegan estímulos (como pro ejemplo, la sensación de vejiga llena, sensaciones térmicas normales, etc) que malinterpreta y envía al cerebro señales de dolor. En mi caso, no es que los padezca a diario, es que los sufro continuamente, en menor o mayor medida. Afortunadamente estaba acostumbrado a los dolores de espalda, que también son bastante pesados, y creo que eso me permite soportarlos mejor.

    Y a no ser que quieras que te cuente algo más, basta ya de rollos 🙂

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.